VERÓNICA ARELLANO : CONSTRUCCION Y DECONSTRUCCIÓN

Construcción y deconstrucción es un proyecto realizado entre los últimos años de carrera y el doctorado y con el que realicé la tesina. Trata de recorridos perceptuales que construyen la realidad desde una óptica sensitiva.

Inspirado en el crecimiento vertical de los árboles que se arraigan en la tierra a la vez que acarician el cielo (lo etéreo) como muestra de sabiduría y equilibrio.

Las bases conceptuales de esa analogía, vehiculan el proyecto hacia otros aspectos relacionados con la energía vertical; recorridos verticales. La energía vertical nos habla del estar en un lugar concreto pero totalmente atemporal. Es como si pudiéramos sentir la magia del continuo presente en cualquier espacio. Así como sucede con la música, que las notas musicales de cada instrumento le leen verticalmente y, de forma horizontal, se va sucediendo la melodía... Y que pasa cuando un recorrido vertid¡cal se detiene junto a otro y ese junto a otro y así sucesivamente? que se van generando puntos sucesivos (los puntos son posiciones concretas) y muchos puntos... una horizontal. La horizontal en cambio nos habla del tiempo independientemente de su espacio, pero estas, se encuentran fortuitamente. En la evolución del proyecto algunas no fueron tan fortuitas. Y así los recorridos van creando sus vínculos y relaciones haciendo uso de las energías que fluyen en el espacio.

Por ello la pincelada forma un papel muy decisivo ya que es la que debe transmitir una energía concreta según su papel en la composición del cuadro. Es un proyecto en este sentido no solo conceptual, sino muy expresivo, donde el estado del alma juega el papel protagonista.

El color como vínculo entre mis sensaciones y la realidad representada. A modo impresionista, quedan plasmadas las impresiones de luz de los lugares concretos representados en los momentos en los que los represento, ya que, según la época, las hora y el lugar, los colores se muestran con matices muy diferentes. Si no se trata de un paisaje, el color tiene una intención algo mas psicológica y simbólica.

Según evoluciona el proyecto, la carga de material pictórico va aumentando de una forma muy evidente y con ello las tensiones entre pinceladas. Son estados del pensamiento, del alma.